La crisis financiera del 2008/9 que aún repercute en
la economía de muchos países, especialmente en Europa y Norteamérica. La crisis
de los inmigrantes. Las guerras que desangran a varios países. El terrorismo
internacional. El surgimiento de los populismos de derecha e izquierda. El lado
obscuro de la globalización. El surgimiento de China como potencia económica y
política. El autoritarismo y armamentismo ruso. La amenaza de todos estos
procesos han liquidado la teoría optimista, surgida después de la caída de la
Unión Soviética, de un mundo ordenado por la democracia representativa y la
economía de mercado. La idea de un statu
quo de duración indefinida apoyado en esas supuestas sólidas columnas ha
quedado descartada. Las propuestas de Trump han hecho patente la incertidumbre
y el desconcierto de la situación actual.