jueves, 17 de abril de 2008

Hacia un nuevo pacto político y social. Manuel Barrera



La coalición de partidos políticos que gobierna el país desde 1990, Concertación de Partidos por la Democracia (la Concertación), ha devenido en una situación política crítica, la que se ha agravado en este año de 2008. Ello se ha expresado en múltiples conflictos al interior de los partidos (incluyendo algunas escisiones) y también entre ellos. Esta misma situación ha provocado indisciplinas en el apoyo al gobierno y una creciente desafección de la opinión pública. Ha coincidido esta crisis con un hecho históricamente notable en el país. Por primera vez, después de casi dos siglos de vida independiente asumió, en 2006, la Presidencia de la República una mujer, Michelle Bachelet Jeria. Con ello se ha enviado un poderoso mensaje democratizador a la sociedad y se ha facilitado la profundización de las tendencias a una mayor igualdad entre hombres y mujeres en los distintos órdenes de la vida social, familiar y económica. Se ha abierto también la posibilidad para un amplio cambio social. La histórica lucha emancipadora de las mujeres en la sociedad chilena ha dado, así, el mejor de los frutos en el ámbito político. En la actual coyuntura estos dos fenómenos –crisis en la coalición y gobierno de Bachelet- urgen tanto a los que actúan en la política como a los que lo hacen en el plano de la reflexión y la investigación social a realizar un esfuerzo a fin de analizar abiertamente el nuevo escenario político y de proponer al país un proyecto de esperanzas realizables. El objeto de este artículo es señalar algunos temas y trazar algunas líneas acerca de tal proyecto. Para ello se hará un escueto análisis de los aspectos más débiles del proceso de transición de la dictadura a la democracia en el entendido que la principal tarea de la Concertación fue, justamente, liderar este tránsito. Si tal proceso ha finalizado –con las tareas cabalmente cumplidas o no- la Concertación habría ya terminado su misión histórica primigenia y sería la hora de plantear un nuevo proyecto que la justifique ante una nueva realidad de un país transformado en lo político, en lo económico y en lo social.