martes, 29 de abril de 2008

Sabiduría de los antiguos...


a defenestración de Yasna Provoste por el Senado nacional me ha recordado un dicho que viene siendo usado desde la antigüedad:
"Verdugo jamás falta".
También me ha recordado la frase del historiador inglés Arnold Toynbee:
"El mayor castigo para quienes no se interesan por la política es que serán gobernados por personas que sí se interesan".

miércoles, 23 de abril de 2008

Propuesta inicial para la elaboración de un nuevo programa. Manuel Barrera




Los problemas del país son conocidos. Un gobierno de cuatro años no puede resolverlos todos, pero puede avanzar en los de mayor importancia. A continuación se propone un marco dentro del cual ellos se pueden organizar. Algunos de estos problemas han quedado pendientes total o parcialmente después de cuatro gobiernos de la Concertación. Otros surgen a partir de la nueva realidad histórica que vivimos tanto en el plano nacional como en el internacional. Propongo discutir este nuevo programa de la manera mas participativa posible, buscando atraer al máximo de opiniones y, luego, tratar de concitar una adhesión ciudadana decisiva.

Esta propuesta del autor surge de su trabajo “Hacia un nuevo pacto político y social”, publicado en este blog el 17 de abril de 2008, que analiza la transición a la democracia y el nivel de cumplimiento por parte de la Concertación de su programa de democratización y equidad. El marco que se propone es el siguiente:

I.- La construcción de un Estado democrático sólido y eficiente, y de una sociedad civil participativa.

II.- Cómo avanzar en la ampliación del empleo y de la protección social.

III.- Bases para la constitución de una economía y una sociedad del conocimiento.

IV.- Modernización industrial y desarrollo tecnológico.

V.- Inserción en la globalización.

VI.- La modernización y el cambio cultural

VII. La vida en la ciudad.

VIII.- Hacia un nuevo pacto político y social: reformulación de la Concertación de Partidos por la Democracia.

Los ideales fundamentales son los de siempre: avances decisivos en el proceso de democratización; construcción de una sociedad más equitativa e igualitaria en lo económico, social y espacial; participación popular en la vida ciudadana; énfasis en el apoyo a las medianas, pequeñas y microempresas. Amplia extensión del empleo formal y lucha frontal contra la pobreza y la exclusión. Permanente compromiso con un desarrollo que respete al medio ambiente. Mayor solidaridad social, mejor educación para todos, prioridad para la salud física y mental de la población, más seguridad pública. En suma, una sociedad más sana, solidaria, optimista y feliz.

(Ver "Hacia un nuevo pacto político y social". Haga click más abajo en "Entradas antiguas")
Se agradecen observaciones y propuestas:

jueves, 17 de abril de 2008

Hacia un nuevo pacto político y social. Manuel Barrera



La coalición de partidos políticos que gobierna el país desde 1990, Concertación de Partidos por la Democracia (la Concertación), ha devenido en una situación política crítica, la que se ha agravado en este año de 2008. Ello se ha expresado en múltiples conflictos al interior de los partidos (incluyendo algunas escisiones) y también entre ellos. Esta misma situación ha provocado indisciplinas en el apoyo al gobierno y una creciente desafección de la opinión pública. Ha coincidido esta crisis con un hecho históricamente notable en el país. Por primera vez, después de casi dos siglos de vida independiente asumió, en 2006, la Presidencia de la República una mujer, Michelle Bachelet Jeria. Con ello se ha enviado un poderoso mensaje democratizador a la sociedad y se ha facilitado la profundización de las tendencias a una mayor igualdad entre hombres y mujeres en los distintos órdenes de la vida social, familiar y económica. Se ha abierto también la posibilidad para un amplio cambio social. La histórica lucha emancipadora de las mujeres en la sociedad chilena ha dado, así, el mejor de los frutos en el ámbito político. En la actual coyuntura estos dos fenómenos –crisis en la coalición y gobierno de Bachelet- urgen tanto a los que actúan en la política como a los que lo hacen en el plano de la reflexión y la investigación social a realizar un esfuerzo a fin de analizar abiertamente el nuevo escenario político y de proponer al país un proyecto de esperanzas realizables. El objeto de este artículo es señalar algunos temas y trazar algunas líneas acerca de tal proyecto. Para ello se hará un escueto análisis de los aspectos más débiles del proceso de transición de la dictadura a la democracia en el entendido que la principal tarea de la Concertación fue, justamente, liderar este tránsito. Si tal proceso ha finalizado –con las tareas cabalmente cumplidas o no- la Concertación habría ya terminado su misión histórica primigenia y sería la hora de plantear un nuevo proyecto que la justifique ante una nueva realidad de un país transformado en lo político, en lo económico y en lo social.

sábado, 12 de abril de 2008

Una curiosidad nacional...

Incentivado por mi nieto Sergio -un entusiasta partidario de la "U" - quise hoy sábado 12 de abril 2008 ver por TV el partido de football entre los equipos de Colo Colo y Universidad de Chile. Para ello busqué en los 100 canales que la empresa VTR ofrece a sus clientes por la tarifa mensual de $22.530- el canal correspondiente. Lo más cercano al partido estaba en el canal 63, donde se podía escuchar de los locutores el relato de las jugadas y, además, ver al público asistente al estadio, incluyendo las barras, las banderas, escuchar los cánticos, ver los rostros de los espectadores que mostraban las cámaras. Lo único que no se veía, porque no lo mostraba el canal 63 de TV, era el campo de juego, es decir, la cancha donde se realizaban las jugadas. Se incluían en esta invisibilidad a los jugadores, al árbitro y sus ayudantes. De todas las curiosidades que caracterizan a nuestro país en los tiempos que corren ésta es -sin duda- una de las más excéntricas.

martes, 8 de abril de 2008

El conservadurismo valorativo y la píldora. Manuel Barrera

a Para adelantar en Chile en el proceso de modernización del Estado, de la sociedad y de la vida cultural, que en muchos aspectos tuvo un fuerte retroceso durante el gobierno militar, es necesario avanzar persistentemente en la laicidad tanto del Estado como de la vida social, a fin de terminar con la confusión religión/política. Sin ello seguiremos siendo una de las sociedades más conservadoras de la región y correremos el riesgo de ser comparados con culturas fundamentalistas ajenas a la tradición democrática y racionalista del mundo occidental. Una de las últimas leyes dejadas como herencia de la dictadura a la democracia fue la prohibición del aborto terapéutico. Y esa prohibición aún está vigente. “Prácticamente todos los países de América tienen leyes sobre el aborto terapéutico que datan, algunas, del año 1870.” (Mirta Roses, Directora de la OPS; El Mercurio, 18 noviembre, 2006). Esas leyes tratan de salvar vidas humanas. La mortalidad materna no ha disminuido en Chile. Está estancada. La causa de la mayoría de estas muertes es el aborto provocado, realizado en malas condiciones, clandestinas. De hecho en Chile se estima que uno de “cada tres embarazos termina en aborto, con un total aproximado de 160.000 abortos inducidos al año. Abortan mujeres pobres y acomodadas, mujeres adultas y adolescentes, mujeres con estudios y con escasa escolaridad, mujeres que profesan una religión y no creyentes. Pero son las más pobres las que arriesgan sus vidas en procedimientos totalmente insalubres y peligrosos, y las que pueden ser encarceladas” (Adriana Gómez, Red de Salud de las Mujeres, El Mercurio, cartas al director, 19 noviembre, 2006). Por otro lado, está comprobado que son hijos que nacen bajo las leyes que sancionan el aborto los que, de mayores, pasan a practicar la delincuencia como forma de vida, convirtiéndose en drogadictos y delincuentes y, muchas veces, en asesinos. (Véase al respecto el análisis de Steven D. Levitt y Stephen J. Dubner; Freakonomics; Barcelona: 2006. Capítulo 4 “¿Adónde han ido todos los criminales?; pp.123-150).

En cuanto al conservadurismo valorativo, tan estimado durante el gobierno militar, no se ha producido un cambio significativo en la cultura oficial. Todavía existe la necesidad, pero en muy pocos la voluntad, de luchar por una sociedad civil culturalmente más libre, menos sometida a los valores tradicionales de los grupos dominantes en nuestra cultura. La laicidad es un valor de la modernización que no ha penetrado en Chile. El proceso de separación de la Iglesia y el Estado que comenzó en la tercera década del Siglo XX no se ha completado. La Iglesia, que tiene todo el derecho a guiar a sus fieles de acuerdo a sus creencias, no renuncia a imponer sus valores a toda la sociedad y al Estado, para lo cual no tiene ningún derecho.

Lo anterior se ve reflejado claramente en la mentalidad de muchos políticos. Actúan en la vida pública, al interior de las instituciones políticas del Estado, de acuerdo a sus convicciones religiosas en desmedro de la realidad social, que a veces significa vidas humanas en peligro o situaciones sociales altamente riesgosas para grandes sectores de población. No siempre distinguen sus creencias de las políticas del Estado ni aun los parlamentarios, que deben legislar para el total de la comunidad nacional. El reciente fallo del Tribunal Constitucional (adelantado en una declaración oficial de dicho organismo), requerido por parlamentarios conservadores, que prohibe la distribución gratuita de la píldora del día después por los organismo de salud del Estado, pero no su venta en farmacias, constituye no sólo una vergüenza para la conciencia nacional sino una fuerte agresión a las personas más pobres de la población.

Desgraciadamente, este fallo troglodita fue aprobado con el voto de un ex-Ministro y ex- embajador de un gobierno de la Concertación, el Sr. Mario Fernández. Ello significa que el conservadurismo valorativo penetra a un amplio arco del espectro político. Cambiar esta situación es una importante tarea de la cultura progresista nacional.

La implementación de este triunfo del conservadurismo valorativo traerá más abortos clandestinos y, por consiguiente, más muertes de mujeres jóvenes en nuestro país.