El país debiera estar alerta acerca del cambios que se vaticinan en la economía y, en especial, en el empleo con el nuevo desarrollo tecnológico. Lo que se ha dado en llamar la cuarta revolución industrial, cuyos artífices serían: las nanotecnologías, las neurotecnologías, los robots, la inteligencia artificial, la biotecnología, los sistemas de almacenamiento de energía, los drones y las impresoras 3D. Vaticinios que en algunos países ya se trabaja para concretarlos. Ejemplos de lo anterior es el desarrollo de los robots en Japón, de los drones en Estados Unidos y otros países, el despliegue de la utilización de las impresoras 3D, entre otros. Lo dramático es lo que en el Foro Económico Mundial se ha señalado. Estos cambios que se avecinan significarían la pérdida de cinco millones de empleos en los quince países más industrializados. Es un ejemplo de los riesgos que acarrean los cambios mayores para sociedades e individuos. Y de los desafíos que implican.
Es notoria en Chile la desconexión de la investigación científica (universitaria en la mayor parte) y las organizaciones públicas y privadas, económicas y de servicios. También la invisibilidad del quehacer científico universitario para la opinión pública. ¿Cuáles son los temas de preocupación?; ¿Qué conexión tienen con la realidad nacional?; ¿Las empresas públicas y privadas se benefician con ese trabajo?; ¿Dan lugar esos estudios innovaciones útiles para la economía y el bienestar social?;¿Cuántas patentes de innovaciones significativas se registran al año? La vinculación de la investigación científica con las políticas públicas y con las empresas podría rendir excelentes resultados en beneficio del desarrollo económico y social del país. El aporte potencial de las Universidades y otros centros de investigación científica rebasa el marco de la mera formación de profesionales calificados. La actualización de ese potencial es perentoria.
La creación de vías de integración entre Estado, empresas e investigación científica a lo menos en áreas estratégicas de nuestro desarrollo es indispensable. Vías diferentes de aquellas que se mantengan a los fines de una mayor coherencia entre esos actores para los efectos de la formación de los recursos humanos en los diferentes niveles de calificación. Chile ha tenido éxito en avanzar hacia una alta cobertura educacional en los distintos tramos etarios. Sobre este logro hay que construir para enfrentar los desafíos señalados. Todo indica que la Reforma Educacional que se necesita ahora es una radical mejora de la calidad.
IMAGEN: ondas gravitacionales
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